"La buena didáctica es aquella que deja que el pensamiento del otro no se interrumpa y que le permite, sin notarlo, ir tomando buena dirección"

miércoles, 18 de enero de 2012

Planificación didáctica y diseño curricular

Algo muy propio del Trabajo Social es la necesidad de realizar proyectos cuyo objetivo principal es el de mejorar la realidad en la cual vivimos. Tales proyectos son muy diversos y dispares unos de otros en cuanto a sus objetivos, fines, metodología, etc. pero el rasgo común que comparten todos ellos es que por muy diversos que sean todos tienen que reunir ciertas características que es lo que los hace ser proyectos.

Para comprender mejor lo que es un proyecto educativo, puedo decir que es un avance anticipado de las acciones a realizar para conseguir unos determinados objetivos. En todo caso, este formará siempre una unidad en sí mismo, ya que persigue una serie de objetivos, para cuyo logro efectivo requiere una estructura interna organizada.

Este además se puede entender como un plan de trabajo con carácter de propuesta que tiene una serie de elementos necesarios, los cuales tratan de conseguir unos determinados objetivos. Estos tienen la función, además, de prever, orientar, y preparar bien el recorrido que se va a seguir en el desarrollo del proyecto.

Una vez explicada la definición de lo que es un proyecto educativo, he de decir que todo proyecto está compuesto siempre por:

  1. Descripción de la finalidad del proyecto.
  2. Adaptación del proyecto a las características del entorno y a las personas que lo van a llevar a cabo.
  3. Datos e informaciones técnicas para el mejor desarrollo del proyecto, así como una serie de instrumentos de recogida de datos.
  4. Recursos mínimos imprescindibles
  5. Temporalización precisa acerca del desarrollo del proyecto.

Una de los principales características de este tipo de proyectos es que son proyectos de carácter social, es decir, que afectan al ser humano y a sus condiciones de vida, así como a sus valores. Es decir, son proyectos que contribuyen a configurar la cultura de cualquier pueblo.

Estos deben intentar cubrir las necesidades básicas del individuo, siento las estas la salud, la educación, el empleo y la vivienda. Tras estas, existen otro tipo de necesidades consideradas secundarias siendo estas la dignidad, el autoestima, el aprecio, la seguridad, la consideración, la capacidad de encontrar sentido a la vida y al mundo que nos rodea, etc.

Todo este conjunto de necesidades son muy importantes para el ser humano, sin embargo, la noción de necesidad varía en el espacio y en el tiempo.

La primera fase de todo proyecto educativo es la fase previa o de diagnóstico. En ella se intenta reconocer lo máximo posible la situación existente de nuestro objeto de estudio, es decir, la realidad que se va a estudiar, las personas y sus características, el entorno, y las diferentes circunstancias. En todo diagnóstico se deben observar los siguientes factores:

-Las necesidades existentes
-El establecimiento de prioridades
-Las causas principales originarias del problema, y que a su vez continúan manteniendo la situación de carencia.
-Delimitación del problema
-El problema desde distintas perspectivas, además de la situación social y el contexto que lo engloba
-Tener en cuenta la teoría correspondiente a dicho problema
-Prever tanto la sociedad que sufre dicho problema como los distintos recursos a utilizar
-Ubicar el proyecto de forma adecuada.

Antes de comenzar cualquier proyecto de tipo socio-educativo, es muy importante realizar un análisis de necesidades formativas de todo tipo. Todas ellas darán lugar posteriormente a una serie de competencias, entendidas como la capacidad que se desarrolla en una persona, la cual le permite desempeñar actividades de cualquier tipo, ya sean laborales, deportivas, sociales, etc, de forma eficaz y productiva.

Dentro de todo este conjunto de competencias, estas pueden ser diferenciadas en dos: genéricas que son las que se refieren a los conocimientos, habilidades y actitudes básicas para cualquier sujeto en la realización de multitud de ocupaciones, y específicas, las cuales se refieren a todas esas habilidades y conocimientos internos en cada una de las múltiples ocupaciones que se desarrollan en la vida diaria.

Una vez hecha esta distinción, es necesario mencionar que para detectar todas esas necesidades expuestas anteriormente hay que tener en cuenta la diferencia que existe entre perfil ideal necesario y perfil real.

Otro aspecto importante que debemos tener en cuenta es que cuando realizamos una detección de necesidades, debemos ser prioritarios con aquellas que sean más urgentes. En muchos casos, lo que ocurre es que nos cuesta identificar cuales son esas necesidades más urgentes. Para ello, el educador/a social debe adoptar una actitud discriminativa, de indagación y , sobre todo, de investigación. Esto en muchas ocasiones puede ser un tema muy subjetivo porque cada persona determinará lo que es prioritario y lo que no en función de su propia visión. Por ello, hay que tratar de ser lo más objetivos posibles a la hora de desempeñar esta tarea.

Además de los objetivos que se derivarán de dichas necesidades, el establecimiento de las mismas depende en gran medida de las posibilidades con las que contamos. Es importante ser realista y saber ciertamente que es lo que tenemos a nuestro alcance y lo que no, aunque aveces esto resulta un poco difícil, estableciéndose así un juego entre el realismo y la utopía.

Por ello, analizar necesidades se convierte en la formulación del objeto de estudio de forma clara y concreta. Esta formulación se obtiene a partir de la teoría extraída del tema y, sobre todo, de la experiencia. La observación se convierte así en un recurso importante que nos ayuda a identificar la mayoría de los problemas.

Cuando comenzamos a recoger la información necesaria para nuestro proyecto, en primer lugar se debe hacer una exploración por las distintas fuentes, como serían lecturas sobre el colectivo objeto de intervención con el que trabajamos para después llegar a la formulación de necesidades. Esto nos permite tomar conciencia de la realidad con la que vamos a trabajar y acercarnos a ella para intentar lograr ser objetivos en el trabajo con ella. Para conseguir esto, también en importante tener en cuenta la motivación que tengas las personas con las que vamos a trabajar.

Tras la formulación del problema de objeto de intervención, debemos plantearnos, además del conocimiento teórico y práctico de quien va a desarrollar el proyecto, la relevancia social que este va a tener y el tiempo con el que contamos. Esta etapa de análisis de necesidades se convierte así en una fase compleja puesto que exige un alto grado de dedicación y voluntad para poder terminar acercándose al colectivo. Tal su complejidad, que es necesaria su división en varías etapas:

  1. Descripción del contexto en el que surge: Esta debe ser breve y debe ubicar al colectivo en una zona concreta y específica. Se deben analizar las diferentes variables de contexto.
  2. Recogida de información sobre el problema: Debe recogerse información tanto fuentes científicas como de los informantes clave.
  3. Escribir el problema: Con esto se pretende precisar y clarificar nuestro pensamiento.
  4. Ubicación de la situación: Es necesario precisar ciertos datos específicos del lugar sobre el que vamos a intervenir.
  5. Revisar la bibliografía: Gracias a ello podremos tener una visión más amplia del problema y de su posible solución.
  6. Prever la población: Debemos analizar rigurosamente la población con la que vamos a trabajar, así como sus necesidades y rasgos más importantes.
  7. Prever los recursos: Se debe hacer desde el primer momento de la fase de diagnóstico.


Una vez completada la recogida de información, la detección de necesidades, la formulación de los objetivos, analizado el contexto y las características del colectivo con el que vamos a trabajar, etc, ese procede a la fase de planificación o elaboración del diseño curricular.

Planificar consiste en diseñar la base para la ejecución y desarrollo del programa. Dicha planificación trata de conseguir diferentes objetivos, tales como:

-Precisar los resultados que se quieren obtener
-Elaborar las orientaciones y las normas de actuación
-Definir el papel que le corresponde a los diferentes sectores implicados en el proyecto.
-Prever las situaciones posibles y llevar a cabo estrategias de corrección.

Una vez que hayamos completado el ámbito de mejora, es decir, el contenido, se pasa a la fijación del proceso que se debe seguir para llevarlo a la práctica.

A su vez, la planificación supone también el establecimiento de objetivos formativos. Estos surgen a partir de las necesidades obtenidas y tratan de dar respuesta y soluciones a ellas. Estos objetivos citados están haciendo referencia además a una serie de conocimientos, habilidades y actitudes que la persona debe adquirir durante el proceso educativo para desarrollar acciones.

Todos estos objetivos establecidos en los programas educativos deben de ser realistas, manejables, evaluables, tener plazos de tiempo, coherencia y deben formularse en términos del beneficiario del aprendizaje. A su vez, los objetivos pueden ser generales, específicos y operativos.

La priorización y temporalización de objetivos deben realizarse tras tomar las decisiones pertinentes acerca de las necesidades formativas detectadas.

Tras establecer los diferentes objetivos a desarrollar, se establecen los contenidos necesarios para que se desarrollen aprendizajes que terminen eliminando las carencias. Los contenidos son entendidos como el conjunto de conocimientos y experiencias ofrecidos al grupo de participantes tratando así de lograr los objetivos planteados, teniendo en cuenta así los elementos conceptuales o de conocimiento, procedimentales y actitudinales.
Los contenidos conceptuales de encargan principalmente de recoger los hechos conceptuales y los principios, los contenidos procedimentales señalan los procedimientos y las estrategias de enseñanza y, por último, los contenidos actitudinales señalan los valores y las actitudes.

A la hora de seleccionar los diferentes contenidos que van a ir inmersos en un proyecto, debemos ser conscientes de las necesidades de las personas que van a participar en él y las diferentes unidades de competencia a desarrollar. Además, es imprescindible que entre los contenidos exista una cohesión interna.

Dentro de un proyecto, a los contenidos le sigue la metodología. Esta son las diferentes formas que cada uno de nosotros tenemos para llevar a cabo la acción educativa, es decir, las maneras de realizar nuestra intervención.

Cuando hablamos de metodología, esta la podemos diferenciar en metodologías didácticas o de enseñanza.

Además, dentro de la metodología se han planteado una serie de principios metodológicos en dónde el educador debe basarse y orientarse para planificar sus actividades educativas.

Tras todo esto, se procede al diseño de actividades didácticas. Estas son cualquier tarea realizada por el educador durante la fase activa de la intervención didáctica. A la hora de diseñar las diferentes actividades de enseñanza-aprendizaje, debemos tener en cuenta los criterios metodológicos, las características del grupo y los medios de los que disponemos.

Las actividades didácticas se pueden clasificar de la siguiente forma: Según el sujeto principal en la actividad, pueden ser actividades del educador, de los educandos y conjuntas. En función de la composición de esta, puede ser actividad individual o colectiva, y según el código lingüístico que esta posea, pueden ser actividades simbólicas, dinámicas o icónicas.

Las diferentes actividades que se establecen en un programa educativo no pueden ser escogidas al azar sino que están guiadas por una serie de criterios racionales, conocidos como criterios de selección de actividades. Además de organizarse, las actividades deben organizarse en el tiempo y en el espacio. Según la organización en el tiempo, las actividades deben contar con tres etapas: Etapa inicial o de motivación, de desarrollo y de conclusión.

Las actividades pueden ser de todo tipo y responder a finalidades muy distintas. La elección de un tipo de actividad u otro debe ir en relación con lo que pretendamos en cada fase del proceso de enseñanza-aprendizaje. Algunas de ellas pueden ser:

-Actividades de introducción para ayudar a la motivación´
-Actividades que tengan como fin el conocimiento de los aprendizajes previos de los educandos
-Actividades que fomenten la interrogación y el planteamiento
-Etc

Es necesario tener en cuenta que una misma actividad puede cumplir varias funciones. Además, puedo decir que también existen estrategias metodológicas, tales como el estudio de casos o estudio de problemas o incidentes críticos, la simulación, los centros de interés, el método de proyectos, la investigación del medio, el juego, los talleres y seminarios, y la investigación participativa.

Es importante, además, que en todo programa socio-educativo se incluyan los medios didácticos y los recursos educativos. Sus principales funciones serían:

-Proporcionar información
-Guiar los aprendizajes de los estudiantes
-Ejercitar las habilidades
-Motivar
-Servir para evaluar
-Proporcionar simulaciones
-Proporcionar entornos para la expresión y la creación.

Todos estos medios didácticos y recursos educativos se pueden agrupar principalmente en tres categorías: Materiales convencionales, materiales audiovisuales y las nuevas tecnologías.

A la hora de seleccionar los recursos, resulta necesario contemplar los intereses, capacidades y motivaciones de los destinatarios, provocando así que una buena selección y distribución de los materiales atienda a la gran diversidad. Todos estos medios además deben de tener en cuenta en contexto.

Otro apartado muy importante es la selección de los recursos humanos. Estos son las personas vinculadas a la elaboración, gestión y aplicación del programa. Durante la planificación, siempre debemos dejar constancia sobre quienes van a realizar cada parte del programa y quien va a gestionar dicha parte. En el programa, es necesario que queden bien definidas cada una de las funciones y tareas de los componentes que conforman el equipo, así como su consiguiente designación de personas responsables de cada una de ellas.

Otro elemento básico es el presupuesto. Este debe organizarse por grupos comunes llamadas partidas. Las diferentes partidas dadas en todos los presupuestos son los recursos materiales, los honorarios profesionales y otros gastos.   

domingo, 15 de enero de 2012

Escuela Rural Unitaria. "Ser y tener".



El documental “Ser y tener” trata sobre las escuelas rurales unitarias, las cuales son ya poco frecuentes dentro de nuestro país pero que han tenido y siguen teniendo mucha importancia dentro de numerosos núcleos de población.

Como definición teórica, podemos entender las escuelas rurales unitarias como aquella que es única en la localidad y tiene más de un nivel por profesor y aula. Se encuadran dentro de estas definiciones las escuelas unitarias y pequeñas graduadas incompletas, fundamentalmente las de 1 a 4 unidades, situadas en pequeños núcleos de población que, en general, no superan los 500 habitantes.

Además de esto, estas escuelas se encuentran en localidades pequeñas que cuentan con un ambiente rural. Se caracterizan por tener un número reducido de alumnado, además de muy heterogéneo, conviviendo en una misma aula niños y niñas de edades muy diferentes, desde el primer año de infantil hasta el último de primaria, con un único profesor o profesora para todos. Solo cuando el número sobrepasa los 12 alumnos/as por profesor, es cuando se plantea la idea de aumentar a dos el número de maestro/as, aunque bien es cierto que casi siempre se intenta estirar lo máximo posible esta cifra.


En este tipo de escuelas, es obvio que no se puede plantear la clase de la misma manera que una en la que todos los alumnos son de la misma edad puesto que en ellas se da una enseñanza totalmente personalizada, en la que hay que adaptarse a la realidad cada año y de cada niño y niña, no sabiendo nunca con seguridad lo que vas a encontrar el curso siguiente o en el día a día.

Uno de los rasgos característicos de estas escuelas y que normalmente suele afectar a muchos de los profesores que trabajan en ella, iniciándose así en esta experiencia de la escuela rural unitaria, es llegar a acostumbrarse a “que no hagan caso”, es decir, a que los alumnos y alumnas presten menos atención, se muevan libremente por el aula y se organicen ellos solos las actividades en muchas de las ocasiones, y que el maestro o la maestra simplemente gestione y medie en el aprovechamiento de las mismas, sirviendo de guía al alumnado en su proceso de aprendizaje.

Algo muy propio es que el tiempo de juego en las escuelas unitarias es muy importante, y que de ninguna manera es una pérdida de tiempo, puesto que los niños y niñas pasan mucho tiempo en sus casas y campos y necesitan establecer relaciones y comunicación con el resto de niños de su edad. Las edades de estos niños son muy diferentes y no es habitual que se junten para jugar fuera del colegio, por lo que la escuela termina siendo su lugar de reunión y en ella potencian su creatividad. Por todo ello, es muy interesante dar un tiempo a las alumnas/os para que se diviertan juntos. Muchas veces una simple caja de cartón, y unos tubos, pueden transformarse en un circuito lleno de actividad.

Al igual que otros muchos aspectos, la metodología a seguir en estas escuelas es muy diferente a la que se utiliza en las escuelas más corrientes. Dentro del nivel de infantil, la metodología que se lleva a cabo está basada principalmente en el juego, en la acción, y en la actividad. A través de actividades lúdicas, el niño va alcanzando los aprendizajes y desarrollando sus capacidades. Dichas actividades se ajustan a los intereses y necesidades de los alumnos, partiendo tanto de sus conocimientos previos como del momento psicoevolutivo en el que se encuentra el niño

En los niños, cuyo nivel académico se corresponde con la educación primaria, la metodología a utilizar busca el refuerzo individual y la atención personal a los problemas que puedan plantearse los alumnos. En un principio, la información sería masiva, para luego pasar a concretarse poco a poco en función de las necesidades que muestren los alumnos, además, las agrupaciones son flexibles en un primer momento, ajustándose en posteriores sesiones a grupos de nivel y adquiriendo mayor estabilidad.

Una vez concretada la metodología, he de decir que, de acuerdo con la evaluación llevada a cabo en este tipo de escuelas, esta abarca todos los aspectos programados anteriormente, tales como los hábitos, destrezas, capacidades (cognitivas, motrices, afectivas...) mediante una observación directa y sistemática en las distintas situaciones de aprendizaje.

Además, se lleva a cabo una evaluación global, continua y formativa. Se hará una evaluación global porque se van a evaluar todos los ámbitos de desarrollo; y una evaluación continua porque se va a evaluar a lo largo de todo el proceso de enseñanza-aprendizaje. Se evaluará al principio del proceso para determinar el nivel de conocimientos previos del que parten los alumnos, así como del nivel físico para la realización de las actividades diseñadas: esto es conocido como EVALUACIÓN INICIAL. Se evaluará también durante el mismo proceso para determinar si se están consiguiendo o no los objetivos propuestos y poder reconducir la intervención educativa si se observa dificultad en los alumnos para la adquisición de dichos objetivos, conocida como EVALUACIÓN FORMATIVA. Por último, al final del proceso también se lleva a cabo una evaluación para obtener información de los progresos adquiridos por parte de los alumnos: EVALUACIÓN SUMATIVA.

Estas escuelas cuentan con numerosas ventajas así como desventajas. Respecto a las ventajas que esta aporta puedo decir que estas serían las siguientes.
    Respecto al carácter instructivo-formativo:
  • Hay un mayor contacto entre las personas y una relación más cercana y personal entre profesores, alumnos y padres.
  • Se produce una mayor autonomía administrativa y profesional en el proceso instructivo.
  • Son más fáciles las actividades extraescolares.
  • Hay un mayor contacto con la naturaleza que puede utilizarse como recurso didáctico.
  • Las matrículas son pequeñas, dándose una verdadera enseñanza individualizada, se favorece las ACIS, la evaluación es continua,etc.
  • Hay varios cursos en una misma aula, por lo que se enriquece la convivencia y el proceso de socialización.
  • El trabajo continuado con los niños favorece su formación y se les conoce más a nivel individual y grupal.
  • Que el alumno tenga que trabajar sólo durante gran parte del tiempo aumenta la responsabilidad, el autogobierno y la iniciativa del niño.
    Respecto al carácter social:
  • Es el más importante y, casi siempre, el único foco de cultura de la localidad.
  • Evita la emigración de matrimonios jóvenes.
Los inconvenientes, por su parte, son:
    Respecto al carácter instructivo-formativo:
  • Ausencia de Preescolar como tal.
  • Aislamiento físico-humano y cultural de profesores y alumnos.
  • Descontextualización de programas, libros de texto inadecuados, etc.
  • Inadecuada formación inicial del docente.
  • Existencia de varios niveles en una misma clase.
  • Excesiva movilidad del profesor por falta de estímulos.
  • Exige gran esfuerzo del docente para montar todo el sistema instructivo de todos los niveles y cursos.
  • Existe una limitación en el docente, tanto en el dominio de todas las materias como en la metodología de las mismas.



Respecto al carácter social:
  • Falta de servicios sociales.
  • Falta de una mínima infraestructura cultural.
  • En las escuelas unitarias, si el profesor falta, los alumnos no tienen sustituto.
  • Absentismo escolar (faltas injustificadas).
  • Ambiente familiar-cultural muy pobre.
  • Al terminar los estudios obligatorios algunos alumnos van al centro comarcal, la inmensa mayoría se dedica al trabajo agrícola.



Y además de exponer las ventajas y desventajas de las escuelas rurales unitarias, es conveniente exponer las de las concentraciones escolares, como forma de comparación.
Las ventajas serían:
De carácter instructivo-formativo:
  • Hay mejores instalaciones y más medios.
  • Presencia de profesores especialistas en las distintas áreas.
  • Se da una mejor calidad de la enseñanza.
  • Hay una mayor convivencia.
  • Hay posibilidad de trabajar en equipo entre profesores.
    Por otra parte, los inconvenientes serían:


    De carácter instructivo-formativo:
    • Se da una escasa preparación del maestro.
    • Los contenidos escolares son de cultura urbana principalmente.
    • Los niños pequeños se quedaban sin Preescolar en numerosos casos.
    • Discriminación y rechazo de los niños “urbanos” respectos a los “rurales”.
    • Influencia distorsionada que ejercen sobre los niños dos modelos culturales contrapuestos.
    • El pasar de uno a varios maestros puede ser malo para el niño.
    • La relación tutorial de los padres con el profesorado no es fácil.


    De carácter social:
    • Transporte escolar: madrugones.
    • Los niños pasan todo el día fuera de sus casas y apenas pueden jugar.
    • Contribuyen al despoblamiento.
    • Se descontextualiza al niño de su entorno.
    • La cultura autóctona del lugar se pierde.
    • Los costes económicos son altos.
    A continuación, una vez expuestas las principales características de las escuelas rurales unitarias, hablaré acerca del documental expuesto en clase “Ser y tener”.
    En referencia a su argumento, este es un documental en el que se muestra la vida real de sus protagonistas. Se trata de un profesor muy entregado a su profesión que da clases a un número no muy elevado de alumnos, de distintas edades (todas comprendidas entre 4 y 10 años), en una escuela rural de un pueblecito de Francia. El profesor es serio, tranquilo, paciente con sus alumnos y los conoce bastante bien. De este modo se hace con el respeto y la autoridad por parte todos, a los que día a día ayuda a descubrir las ventajas de la naturaleza, les transmite una serie de valores... Todo ello se ve complementado con la labor educativa de las familias de estos niños.
    Sin dejarnos indiferentes, este documental nos invita a la reflexión haciéndonos ver la labor y entrega de un solo profesor a alumnos de distintas edades, además de ver cómo conoce a cada uno de sus alumnos e intenta responder a sus distintas necesidades e intereses.



    Como escuela rural unitaria que es la de este documental, la metodología que se establece en ella es muy diferente a la que estamos acostumbrados. En primer lugar, los contenidos académicos que se dan son muy diversos puesto que hay niños de varias edades dentro del mismo aula y, por tanto, cada uno de ellos en base a su edad tendrá unos contenidos específicos. Yoyo, el niño más pequeño del aula está dando los colores, los números y las sumas, mientras que sus compañeros tienen unos contenidos mucho más avanzados que él. Esto hace que el trabajo que tenga que desempeñar el profesor sea más difícil puesto que debe atender a cada uno de sus alumnos de forma individual, ya que cada uno está dando algo distinto y, por tanto, este se ve incapacitado para seguir un ritmo uniforme en la clase y para establecer una explicación común para todos por igual.

    Otro aspecto importante que se ve reflejado en el documental son la resolución de conflictos. El profesor, ante la ausencia de otros profesionales, además de enseñarles los contenidos teóricos también debe enseñarles valores y mediar entre ellos cuando surja alguna disputa. Este se convierte así en una especie de mediador y lleva a cabo algunas de las competencias propias del educador social. En este tipo de escuelas el trato del profesor con los alumnos es muy personalizado y este debe acercarse lo máximo posible a sus alumnos. Esto en las escuelas urbanas no ocurre, es decir, en estas escuelas los profesores no prestan tanta atención a los conflictos que puedan surgir entre sus alumnos y, en todo caso, quién más debe hacerlo es la figura del mediador. En esta escuela rural el profesor habla con sus alumnos hasta que estos han resuelto sus problemas al completo, mientras que en las otras escuelas en muchos basta con una simple charla o un castigo para mejorar su conducta.

    Como acabo de mencionar, la enseñanza de valores morales en este tipo de escuelas es muy grande ya que entre el profesor y el alumnado se crea una relación muy cercana y este se ve en la obligación moral de enseñarles los valores que deben adquirir para el desarrollo de su vida personal. Existe una preocupación por este aprendizaje de valores, mientras que en las escuelas urbanas este aprendizaje esta poco desarrollado puesto que la mayoría de profesores no se toman la molestia de implantarlos, aunque siempre existen excepciones, ya que muchos profesores independientemente del ámbito de enseñanza en el que se encuentren, se ven en la obligación moral de enseñar valores a sus alumnos. En las escuelas rurales se produce un mayor grado de educación emocional al establecerse esta relación cercana entre los diversos agentes educativos.

    En estas escuelas, las normas también son un poco más flexibles ya que es un ambiente más íntimo y cercano y en muchas ocasiones no hace falta implantar normas exactas puesto que los alumnos ya saben lo que deben hacer y lo que no. Esto no significa que haya ausencia de normas en estas escuelas sino que, desde mi punto de vista, creo que son más flexibles que las del resto de escuelas, dónde el número de alumnos es mucho mayor y se necesita una normativización para poder guiar bien la conducta de todos los niños. Se necesita más disciplina que en las escuelas unitarias ya que sino los alumnos no se lo tomarían tan enserio y no lo considerarían importante. En las escuelas unitarias este grado de disciplina se rebaja un poco pero también existe ya que aunque se establezca una relación íntima, los niños necesitan disciplina para su mejor desarrollo del aprendizaje.

    Bajo mi punto de vista creo que el esfuerzo por parte de los alumnos y del profesorado es mucho mayor en las escuelas rurales que en las urbanas porque el profesor debe llevar a cabo una enseñanza personalizada tratando varios temas a la vez y, los alumnos, también tienen que esforzarse más porque en muchas ocasiones no tienen a compañeros de su edad que estén dando lo mismo que el o ella y por tanto podría verse no respaldado así por ningún compañero. Sin embargo, en las escuelas urbanas todos los niños de una misma clase tienen la misma edad y cursan lo mismo, estableciéndose así una armonía de aprendizaje entre todos. Además el profesor realiza una explicación global para todos y no tiene que ir explicando cosas diferentes uno por uno.

    El juego y disfrute en las escuelas rurales unitarias es mucho mayor debido a diversos factores como que pasan más tiempo allí que el que se suele pasar en las escuelas urbanas, que en muchas ocasiones, el profesor se vale de actividades lúdicas para desarrollar explicaciones y enseñarles cosas, etc. En las escuelas urbanas la transmisión de contenidos se hace siempre desde un contexto reglado, mientras que en las otras escuelas hay diversidad de contextos para desarrollar las clases puesto que muchas veces surgen artercados que impiden el desarrollo de una clase en el aula habitual o que simplemente el profesor a decidido darla en otro lugar haciendo uso de su libertad en la enseñanza. Esto hace que se produzca además una convivencia más intensiva entre los alumnos y el profesor, sobre todo por el gran número de horas que pasan juntos y la interacción personal que tienen. La convivencia en las escuelas urbanas suele ser intensiva entre los alumnos pero entre alumnos y profesorado disminuye.
    Una vez expuesto los diferentes aspectos esenciales que puedo extraer del documental, analizaré los cuatro trozos de dicho documental, haciendo referencia a cada uno de los diferentes factores que en ellos se dan.

    En el primer trozo de documental, se ve reflejado como el profesor tiene que atender a cada alumno por separado debido a los diferentes contenidos que tratan, atendiendo con mayor incapié a aquellos alumnos que necesitan más atención sobre todo por su edad, como sería el caso de Yoyo. Como el profesor no puede estar cerca de cada alumno en cada momento y estableciendo un contacto físico con todos, este se vale de la repetición y de la constancia con aquellos alumnos más pequeños que necesitan que estén pendiente de ellos. Así estos sentirán el contacto del profesor y sabrán que estén en una clase. Además, el profesor en esta escena se muestra frío y seco con los pequeños, pero esa no es más que una simple estrategia para crear un ambiente de disciplina dentro del aula.

    En el segundo trozo, se ve como el profesor trata de mediar entre los alumnos ya que estos han tenido un conflicto, haciéndoles reflexionar. Este les hace ver que no es bueno e importante pelearse y les hace ver que son iguales y que no existe razón alguna para que se peleen. En su charla además trata de que los alumnos saquen lo que sienten y se digan la verdad a la cara. Les dice además que con esa actitud no están dándoles buen ejemplo a los pequeños y que no están siendo responsables. En estas escuelas la ayuda de los niños más mayores a la hora del aprendizaje de los pequeños es importante ya que sirve de gran ayuda para los profesores. En esta escena, por tanto, se ve claramente reflejado el trato tan personalizado que hay cuando se trata de resolver conflictos, cosa que no suele ocurrir en los centros altamente institucionalizados.

    Algo curioso que aparece en esta escena es que todas las mesas, las de grandes y pequeños, tienen puesta una foto del niño o niña que ocupa cada asiento. Esto de suele hacer por diversos motivos, entre ellos algunos como para facilitar el trabajo al profesor, como elemento común y, sobre todo, para que los pequeños sepan en todo momento cual el su sitio, pero además, para que sepan cual no es su sitio y dónde no tienen que sentarse. De esta forma se les enseña a discernir.

    En el tercer trozo, aparece una escena en la cual el profesor se encuentra fuera del aula, más concretamente en el médico, y está enseñándole a Yoyo a contar. Este se distrae constantemente puesto que es un niño muy activo, distraído, nervioso y, sobre todo, tiene falta de atención cautiva, que es cuando a un niño que no le interesa algo se ve incapacitado para concentrarse en ello. En una escuela de ciudad la solución más rápida para este niño es tratarlo a través de medicación, pero este profesor a decidido emplearle mucho más tiempo a él e ir avanzando al ritmo que sea necesario, puesto que su ritmo no afecta al ritmo del resto de niños. Este dispone hasta los 14 años para transmitirles unos conocimientos básicos y dispone además de cierta libertad para distribuir esos conocimientos en el tiempo puesto que cada año la clase está compuesta por los mismos niños y no se va pasando de nivel cada año, es decir, el profesor tiene un cierto margen y flexibilidad para que los niños asuman los contenidos académicos.

    Ante todo esto, puedo decir que el modelo de enseñanza-aprendizaje que lleva a cabo este profesor y que se da en la mayoría de escuelas rurales unitarias es altamente humanista.

    Por último, en el último trozo se ve como el profesor consuela a una niña que ya va a dejar la escuela para ir a una de niveles superiores y esta se siente apenada porque deja la escuela de toda su vida. El profesor le hace reflexionar y se muestra cariñoso con ella. Esta situación se da porque a la mayoría de estos niños les da miedo cambiar de entorno y empezar a relacionarse con muchas personas de su edad. Este es uno de los errores que tiene el modelo humanista, el cual debe preparar a los niños a todo tipo de situaciones. Para que el cambio no sea tan brusco, el profesor le propone que acuda allí los sábados y esté con todos sus antiguos compañeros.

    Por todo ello, se puede entender que ese profesor es un profesor de educación primaria, pero en muchos aspectos, termina actuando como profesional de la educación no formal e incluso informal, debido en muchos casos al contexto.

    Para concluir, quiero decir que para llevar a cabo una buena metodología a la hora de querer establecer un proceso de enseñanza-aprendizaje, es necesario tener en cuenta varios factores, como serían los agrupamientos, el contexto, las características de las personas, etc. Además, considero necesario mencionar que el proceso de enseñanza-aprendizaje que tengamos que desempeñar no siempre lo podemos elegir, sino que en muchas ocasiones dadas las circunstancias este nos viene impuesto, puesto que en muchas ocasiones el grupo con el que tratamos nos marca la forma de enseñar. 




    Modelos vs Competencias

    Después de los varios meses que llevamos tratando con este extraño término, el cual se nos presentó el primer día y nos causó a todos un cierto miedo, hoy ya puedo decir que he conseguido asimilarlo y creo conocerlo, no en su totalidad, pero sí en buena parte.

    ¿Qué es Didáctica?. Antes responder esta pregunta resultaba totalmente imposible, siempre y cuando intentase responderla bien. Hoy ya puedo decir que cuando hablamos de Didáctica, hablamos de la ciencia que estudia los procesos de enseñanza-aprendizaje.

    A su vez, esta ciencia está formada por dos grandes corrientes de pensamiento o paradigmas, el paradigma positivista o cuantitativo y el paradigma cualitativo. Ambos tienen diferentes formas de ser llamados. El primero de ellos se caracteriza principalmente por el hecho de que es un paradigma dónde es muy importante la medición de los resultados, la cantidad, la forma, etc. Además de esto, presenta una mirada muy objetiva, y es un paradigma muy encasillado dónde todo se mide en base a los resultados obtenidos. Esta corriente de pensamiento requiere, además, una serie de competencias propiamente características, siendo estas el SABER y el SABER HACER.

    Por otra parte, se encuentra el paradigma cualitativo, también llamado constructivista, postmoderno, crítico, etc, siendo este caracterizado por su fuerte subjetividad. A diferencia de la anterior, esta corriente de pensamiento busca la esencia de los conocimientos, se centra principalmente en el proceso más que en los fines, es más humanista y flexible, mide en gran medida la capacidad de cada uno y, sobre todo, tiene en cuenta las opiniones críticas de los diferentes sujetos. Respecto a las competencias principalmente asignadas a este paradigma, puedo decir que son el SABER SER, SABER SABER y SABER TRANSFERIR.

    Dentro de cada uno de los dos grandes paradigmas, se encuentran una serie de modelos, entendidos como la aplicación concreta de los paradigmas. Estos son el modelo academicista, cognitivista, humanista, conductista y sociocrítico. Teóricamente, podríamos decir que cada uno de estos modelos se corresponde a un paradigma concreto y que se identifica, además, con una de las diferentes competencias.

    En primer lugar, el modelo academicista es un modelo claramente positivista, es decir, que se encontraría dentro de la corriente de pensamiento cuantitativo. Podría decir que este modelo de basa y se corresponde principalmente con la competencia del SABER. Por su parte, el modelo humanista y sociocrítico serían modelos potencialmente cualitativos puesto que se centran mucho en lo humano, aunque si comparamos ambos, el modelo sociocrítico es mucho más radical que el humanista. La competencia del modelo humanista sería, a mi parecer, el SABER SER y la del modelo sociocrítico SABER TRANSFERIR. En referencia de nuevo al paradigma positivista, puedo afirmar que el modelo conductista también pertenece a él, siendo su competencia principal la del SABER HACER.

    ¿Y el modelo cognitivista? Este modelo presenta una particularidad en relación con el resto de modelos y es que, en realidad, no pertenece totalmente a ninguno de los dos paradigmas, sino que tiene rasgos de ambos y por tanto lo situamos en el centro de esa pirámide imaginaria dónde he ido colocando el resto de modelos a un lado y al otro, en base al paradigma al que perteneciese. Por ello, afirmo que el modelo positivista se encuentra entre ambos paradigmas, sin poder especificar ninguno de ellos, y su competencia más propia es la del SABER SABER.

    Una vez dicho todo esto, y bajo mi propio pensamiento, creo que todos estos modelos son igualmente buenos y necesarios, sin necesidad de tener que considerar a unos mejor que otros, puesto que cada uno de ellos sería necesario que fuesen puestos en marcha en determinados momentos. Lo más conveniente, por tanto, sería extraer de cada uno de ellos lo más importante, bueno, esencial, necesario, etc y unirlo todo con el objetivo de crearnos nuestro propio modelo adaptado a nuestras propias necesidades y a nuestras circunstancias. Debemos aprender a extraer lo mejor de las cosas y fabricarnos las nuestras propias. Es por ello que para que podamos formar integralmente a una persona, es necesario poner en marcha todas estas competencias asignadas a cada uno de los modelos, mostrándose así una vez más la necesidad de utilizar todos los modelos, puesto que cada uno además de ofrecernos múltiples recursos, nos ofrecen competencias necesarias para nuestro desarrollo como persona.

    Modelo conductista y modelo socio-crítico

    Modelo Conductista 



    El modelo conductista, según Jean Pierre está basada en los estudios psicológicos de B.F. Skinner e Ivan Pávlov sobre el aprendizaje. Con este tipo de aprendizaje generalmente se dan los medios para llegar al comportamiento esperado y verificar su obtención; el problema es que nada garantiza que el comportamiento externo se corresponda con el mental.

    Por ello podemos definir el método conductista como un método orientado al desempeño superior, selectivo a los "más aptos", con dificultades en la transparencia de la identificación de los estándares y requerimientos técnicos, basándose en los aspectos personales para el desempeño, midiendo valores, o desvalores, del individuo el cual se ve incitado a la superación personal e individual, aunque contenga elementos de trabajo colectivo. La competencia en este modelo describe fundamentalmente lo que un trabajador "puede" hacer y no.

    Dentro del marco teórico, el Conductismo se desarrolló a comienzos del siglo XX; siendo su figura más destacada fue el psicólogo estadounidense John B. Watson.

    A partir de 1920, el conductismo fue el paradigma de la psicología académica, sobre todo en Estados Unidos. Hacia 1950 el nuevo movimiento conductista había generado numerosos datos sobre el aprendizaje que condujo a los nuevos psicólogos experimentales estadounidenses como Edward C. Tolman, Clark L. Hull, y B. F. Skinner a formular sus propias teorías sobre el aprendizaje y el comportamiento basadas en experimentos de laboratorio en vez de observaciones introspectivas.


    Desde 1950, los psicólogos conductistas han producido una cantidad ingente de investigaciones básicas dirigidas a comprender cómo se crean y se mantienen las diferentes formas de comportamiento. Estos estudios se han centrado en:
    1. las interacciones que preceden al comportamiento, tales como el ciclo de la atención o los procesos perceptuales
    2. los cambios en el comportamiento mismo, tales como la adquisición de habilidades
    3. las interacciones que siguen al comportamiento, como los efectos de los incentivos o las recompensas y los castigos
    4. las condiciones que prevalecen sobre la conducta, tales como el estrés prolongado o las carencias intensas y persistentes.


      En el modelo Conductista, el desarrollo del currículum y de los proyectos de formación están basados fundamentalmente en los objetivos, pudiendo ser definidos estos como la conducta a realizar al final del proceso formativo y su obtención a través de los resultados, dejando en un segundo término como instrumentos o medios para conseguir ese fin el resto de los elementos (contenidos, metodología, recursos, evaluación, e incluso al formador), que se convierten en estímulos, a la vez que los resultados del aprendizaje en respuestas estereotipadas del alumnado participante a los cursos, con los refuerzos correspondientes positivos de carácter personal, tales como repeticiones, premios o castigos, o tecnológicos, como la utilización de medios audiovisuales, (los MAV).
    Por ello, podemos definir el diseño como la programación por objetivos y la aplicación de esa
    planificación mediante la utilización de metodologías activas y con refuerzos de materiales didácticos. A través de este planteamiento, intentamos conseguir los resultados
    deseados, es decir, los objetivos propuestos.

    Una vez dicho esto, es necesario hablar a cerca de los diferentes elementos que presenta el currículum:

    a) Los grupos destinatarios: suelen ser un grupo homogéneo, que comparte las mismas necesidades y expectativas y, por lo tanto, el conocimiento debe ser el mismo para todos. Sin embargo, para este modelo las necesidades del alumnado se tienen en cuenta a la hora de definir los objetivos.

    b) Los objetivos: Son el eje fundamental del diseño y de su desarrollo, haciendo hincapié en la validez del diseño y su desarrollo, a través de su consecución con la evaluación de los resultados.
    Se formulan en términos de ser capaz o de saber o saber hacer diferenciándose entre conocimientos, habilidades, destrezas y valores.

    c) Los contenidos: Entendidos como instrumentos para ayudar a conseguir los objetivos, en este modelo tienen menos importancia ya que no son un refuerzo tan eficaz como las metodologías o los recursos. Suelen ser de carácter informativo aunque se persigue enseñar y reforzar conductas.

    d) La metodología: Esta potencia el desarrollo de procesos individuales de aprendizaje,
    desarrollando con este fin las conductas del formador como ejemplo-estímulo a seguir por
    el alumnado, a través de la utilización de diferentes refuerzos (repeticiones, motivaciones, recursos
    tecnológicos, premios, etc.) para conseguir la respuesta adecuada. Se establece así un aprendizaje preprogramado.

    e) Los recursos: Los más utilizados en el modelo conductista son los tecnológicos, principalmente los medios audiovisuales como magnetófono, vídeos, transparencias, proyector de opacos, cassetes, presentaciones en power point, etc. Este modelo desarrolló y potenció de forma especial los medios audiovisuales (MAV) como herramienta básica en el desarrollo de actividad formadora.

    f) La evaluación: Se basa en el control y medición de la reproducción de las conductas
    prefijadas y definidas con todo detalle en los objetivos, es decir, que los procesos de
    enseñanza y aprendizaje (desarrollo de contenidos, metodologías, recursos, formador, etc.)
    tienen que tener como consecuencia los resultados definidos y prefijados en los objetivos, sin
    importar las acciones realizadas durante el proceso, contabilizándose así y de forma cuantitativa
    (estándares fijos, iguales para todos y en los mismos niveles), en términos de conductas a
    reproducir y los niveles de adquisición de esas conductas o competencias correspondientes,
    en términos de saber hacer, sobre todo.

    g) El formador: Debe ser un especialista en estrategias didácticas de motivación y refuerzo
    pedagógico para el desarrollo individual del aprendizaje, a través de sus propias conductas. Este más que un informador o especialista de una materia, se le va a valorar, especialmente, por
    su capacidad, competencia y destrezas en el proceso de comunicación de estos saberes o
    conocimientos. Además de todo ello, este debe saber el manejo de las técnicas de la comunicación, como una de las competencias básicas de cualquier formador y requisito de calidad.



    Modelo Socio-crítico

     Este es un modelo que establece una concepción histórica del conocimiento y no absoluta, estableciéndose ciertos valores como la razón, la libertad y la humanidad. Es un modelo que entiende la educación como emancipadora, liberadora e intenta desenmascarar situaciones de dominio del hombre sobre el hombre.

    Sus contenidos son socialmente significativos y el docente resulta ser un profesor crítico, reflexivo, comprometido con la situación escolar y socio-política. Se le entiende en muchas ocasiones como un agente de cambio social.

    Este modelo, además, afirma que el diseño del curriculum no es un asunto técnico o profesional, sino –primariamente- un asunto de política cultural. La propuesta del modelo crítico es la de someter todo a crítica y que los actores educativos tomen conciencia de la realidad para establecer líneas de acción y transformarla

    Esta concepción, llamada en los primeros momentos ecológica o contextual, plantea además el diseño curricular teniendo en cuenta las necesidades específicas del contexto y las demandas sociocultural y productiva de la formación. Este modelo le da una especial importancia a la formación como concienciación y al currículum como instrumento de cambio y de transformación social.

    Para esta perspectiva “El eje del currículum es el contexto, las necesidades y demandas sociales como necesidades de formación de los grupos destinatarios y deben ser las prioridades del mismo y en el que el rol del formador es el de concienciador de la situación del alumnado y un agente socio-educativo del cambio de la comunidad u organización en la que está ubicado”. Para el modelo socio-crítico, el currículum es un instrumento de cambio social, entendido como un posicionamiento ideológico y de compromiso con la transformación social y la lucha contra la desigualdad frente a la concepción del currículum como transmisión y reproducción ideológica y social. De esta forma el diseño y su desarrollo se convierte en un diseño abierto que debe ser reconstruido, según se va desarrollando constantemente en base a los datos que se van recogiendo durante esta experimentación.

    De esta definición se pueden deducir la siguiente concepción curricular y sus consecuencias en los elementos curriculares del diseño y desarrollo de proyectos:

    a) Los grupos destinatarios: Para este modelo, el eje del currículum y su desarrollo son los grupos destinatarios, entendidos como grupos sociales y culturales, cuyas necesidades no son sólo de carácter formativo, sino también de emancipación y participación activa respecto a un entorno socio-tecnológico y económico, planteando la necesidad de concienciar a los grupos destinatarios de su situación para que luchen y salgan de la desigualdad y la marginación o comprometerse con los elementos de un servicio público de calidad, a través de la formación, como un instrumento muy potente para esa finalidad.
    En este modelo el currículum y los proyectos formativos deben tener como punto de partida estas necesidades y los grupos destinatarios y configurar su eje de diseño y desarrollo del mismo.

    b) Los objetivos: Estos son coherentes con sus posicionamientos y tienen una gran carga ideológica, es decir, se persigue la emancipación y concienciación de la formación como un instrumento contra la desigualdad y la marginación. De esta forma los objetivos serán de transferencia e impacto de la formación que se desarrolla a un contexto socio-político y tecnológico y se definirán en términos de capacidades a desarrollar como concienciarse, analizar críticamente, transferir y aplicar los conocimientos a nuevas situaciones complejas (creatividad y resolución de problemas), o elaborar, definir o gestionar estrategias alternas, etc).

    c) Los contenidos: Son un mero instrumento para la adquisición de estas capacidades y en muchos casos se utilizan como ejemplos o como modelos a criticar y a analizar para definir nuevas alternativas o concienciar de la situación socio-cultural y productiva. Para ellos lo importante es seleccionar estos contenidos con el fin de poder adaptarlos a situaciones y necesidades concretas de acuerdo a las ideologías y a las finalidades de emancipación social.

    d) La metodología: Esta suele ser de tipo grupal, pero no simplemente con el objetivo de generar unas relaciones afectivas o de desarrollar determinados roles que fomenten y potencien la autoestima, sino que por el contrario, el grupo se convierte no sólo en un grupo potencial de desarrollo cognitivo, sino también en un grupo de presión de acuerdo con sus intereses, ideologías y utilización posterior de los conocimientos. De este modo configuran un tejido socio-relacional con alto nivel de implicación y capacidad de toma de decisiones en los alumnos participantes sobre diferentes aspectos: desarrollo de la clase, elementos del currículum y criterios de evaluación. Las metodologías estratégicas más utilizados serán la definición y análisis de situaciones para definir variables y estrategias de intervención alternas.

    e) Los recursos tecnológicos: De acuerdo con el tipo de metodología, no necesitan grandes despliegues tecnológicos, sino por el contrario documentación sobre la situación y los casos, gráficos a través de transparencias o la utilización de vídeos históricos o reportajes, entre otros, cuyo fin es la presentación de situaciones, opiniones encontradas y el análisis de las propuestas de los expertos.

    f) La evaluación: Está basada en la búsqueda a través de la dinámica de grupos y su tejido relacional de estrategias alternas de intervención, bien de forma individual o grupal, pero en todo caso los criterios e indicadores de evaluación, así como su valoración, estarán definidos a través del pacto y consenso entre los grupos y el formador. La creatividad y viabilidad de estas estrategias se convertirán en criterios de evaluación de los formandos y del formador como de calidad de los procesos desarrollados.

    g) El formador: Este debe ser un animador socio-político, capaz de detectar las necesidades y la
    transferencia e impacto social de los participantes y de su entorno (contexto y escenario socio-político y tecnológico), de tal forma que su actividad se convertirá en un reto de investigación-acción, a través del cual el diseño es simplemente una hipótesis que debe ser verificada y si hace falta modificada en relación a las nuevas necesidades y demandas que puedan surgir, a las variables no contempladas y que modifican este escenario de formación con el fin de mejorar e innovar.

    Esta es una estrategia metodológica que todo formador debe dominar y desarrollar entre sus competencias, ya que debe conocer cómo hacer que una presentación de los participantes tenga el fin de recoger la máxima información posible de su formación previa respecto al tema, la de base, sus experiencias en relación con el mismo, sus expectativas, motivaciones, saber negociar desde el primer momento, el diseño propuesto con la realidad y las necesidades de los participantes, consiguiendo así una
    mayor motivación e implicación de todos.  



    domingo, 8 de enero de 2012

    La didáctica y los procesos de E-A en la Educación Social

    La Educación Social engloba muchas cosas pero sobre todo, y lo que principalmente la caracteriza, son los procesos de enseñanza-aprendizaje que traen consigo la Didáctica, dándole de esta forma el carácter pedagógico y educativo a la Educación Social.

    Para la Educación Social a sido muy difícil elaborar una definición totalmente exacta y certera, que englobe todos sus enfoques, todo ese conjunto de prácticas diversas desarrolladas por los profesionales y que sea la acertada, sino que se han ido dando numerosos aportes por parte de diferentes autores y cada vez más se va engordando esa definición que aun sigue siendo algo abstracta. En primer lugar, la Educación Social lo que implicaba, especialmente, era la animación sociocultural, la educación especializada y la educación de adultos.

    A pesar de la falta de esa definición, era necesaria su existencia puesto que se necesitaba delimitar la profesión de los Educadores y Educadoras sociales, saber cuales son sus responsabilidades y, sobre todo, saber la finalidad de la praxis desarrollada, es decir, saber para qué sirve el trabajo que llevan a cabo con los diferentes colectivos.

    Por todo ello, gracias al aporte de diversos autores y de las definiciones ya existentes se intentó crear poco a poco esa definición tan necesaria. Esto hizo que se terminara apreciando la existencia de los líneas principales de conceptualización de la Educación Social. Por un lado estaba la línea que englobaba a todas esas definiciones que se construyeron acentuando la especialización del educador social en función de los diferentes ámbitos de trabajo (educación de personas adultas, acción socioeducativa, educación no formal, etc), y por otro lado, estaban aquellas definiciones que se centraban principalmente en los fines que se persigue con la actuación social y educativa (educación social como didáctica de lo social, socialización, adquisición de competencias sociales, formación política del ciudadano, etc).

    Para intentar remodelar un poco esa definición también es necesario tener claro cuales son las diferentes competencias que tiene que desarrollar el educador social, ya que es necesario saber cuales son las situaciones en las que el profesional debe incidir para diseñar, planificar, llevar a cabo y evaluar los proyectos socioeducativos y de la práctica educativa diaria.

    Por ello, para llevar a cabo esto hay tres categorías:

    1. Las primeras serían las Actuaciones de contexto, entendidas estas como aquellas acciones o tareas que están dirigidas especialmente a crear espacios educativos, a mejorarlos y a llenarlos de recursos
    2. Las segundas serían las Actuaciones de mediación, que sería el trabajo que el educador o educadora social lleva a cabo para producir un encuentro constructivo de la persona dotándola de unos contenidos culturales, con otras personas, grupos o lugares.
    3. Por último, la tercera serían las actuaciones de formación y transmisión que son aquellas que posibilitan la apropiación de elementos culturales por parte de las personas, grupos y comunidades.

    Una vez nombradas las tres categorías principales, conviene saber a que nos referimos exactamente cuando hablamos de competencias sociales. Esta en muchas situaciones puede ser entendida como un saber, un saber hacer y/o una actitud, haciendo entender así al Educador y Educadora Social como un profesional capaz de desempeñar diversas funciones ceñidas a su formación universitaria, así como a su experiencia personal.

    Por tanto, puedo decir que ser competente es ser capaz de realizar, efectiva y éticamente, diversas tareas desprendidas de las funciones asumidas por los Educadores Sociales. Es decir, podríamos decir que competencia es una especie de sinónimo de capacidad.
    Conviene además, mencionar los diferentes temas que engloban a la gran cantidad de competencias que son necesarias para el educador o educadora social. Estos serían:

    a) Transmisión, desarrollo y promoción de la cultura, donde algunas de las competencias serían saber reconocer los bienes culturales de valor social o el dominio de las metodologías de dinamización social y cultura.

    b) Generación de redes sociales, contextos, procesos y recursos educativos y sociales, siendo algunas competencias la capacidad para potenciar las relaciones interpersonales y de los grupos sociales y la destreza para la puesta en marcha de procesos de dinamización social y cultural.

    c)Mediación social, cultural y educativa. Competencias incluidas dentro de este grupo serían, por ejemplo, dar a conocer los pasos o herramientas de los procesos en la propia práctica y saber poner en relación los contenidos, individuos, colectivos e instituciones.

    d)Conocimiento, análisis e investigación de los contextos sociales y educativos. Ciertas competencias asociadas a esta función serían la capacidad para detectar las necesidades educativas de un contexto determinado, el conocimiento de las diferentes políticas sociales, educativas y culturales.

    e)Diseño, implementación y evaluación de programas y proyectos educativos, siendo algunas de las competencias integradas en este grupo el dominio de técnicas de planificación, programación y diseño de programas y/o acciones docentes.

    f)Gestión, dirección, coordinación y organización de instituciones y recursos educativos. Algunas competencias son la capacidad de supervisar el servicio ofrecido respecto a los objetivos marcados y el dominio en técnicas y estrategias de difusión de los proyectos.

    Todas estas serían las funciones y competencias que el educador o educadora social debería poseer y llevar a cabo, puesto que son necesarias a la hora de realizar bien el trabajo con los diferentes colectivos de la sociedad.

    Finalmente, además de todas estas competencias, dentro de esta disciplina existe una especie de reglamentos los cuales son estrictamente necesario cumplir, puesto que es lo más fundamental de la Educación Social. Estos serían los diferentes principios que componen la aproximación al Código Deontológico. Estos principios buscan mejorar cualitativamente el ejercicio profesional del educador social y son principalmente orientadores de la acción socioeducativa del educador/a social.

    Estos principios son los siguientes:

    1. Principio de respeto a los Derechos Humanos. Este principio viene a decir, principalmente, que el trabajo del educador/a social se mueve principalmente por los derechos fundamentales y en virtud de los Derechos Humanos.
    2. Principio de respeto a los sujetos de la acción socioeducativa. Habla de como el educador/a social va a actuar siempre a favor del interés de las personas con las que trabaja, respetando en todo caso su autonomía y libertad.
    3. Principio de justicia social. Afirma que los profesionales de la Educación Social deben conocer el derecho que tiene toda persona a usar y disfrutar libremente de los servicios sociales, educativos y culturales prestados en nuestra comunidad, dentro de un marco del Estado Social Democrático de Derecho. El objetivo de todo esto es el pleno desarrollo y bienestar de las personas, los grupos y la comunidad, actuando en la vida cotidiana y sobre aquellas condiciones sociales que pueden dificultar la socialización y pueden terminar provocando marginación o exclusión.
    4. Principio de profesionalidad. El educador/a social debe actuar siempre en base a su competencia, su capacitación, su cualificación, su capacidad de autocontrol y su capacidad de reflexionar acerca de la praxis profesional, respaldadas siempre por un título universitario. Por ello, el educador/a social debe de estar lo suficientemente preparado y utilizar los diferentes métodos, estrategias y herramientas en su práctica profesional, así como saber identificar cuales son los momentos críticos en dónde es necesaria su presencia para llevar a cabo una acción socioeducativa. A la hora de llevar a cabo se trabajo, el profesional debe poseer una intencionalidad educativa en base a un proyecto educativo, permitiendo de esta forma, el próspero desarrollo de recursos personales de los sujetos con los que se trabaja.
    5. Principio de la acción socioeducativa. Establece que el educador/a social, entendido este como un profesional de la educación, tiene como función principal crear una relación educativa haciendo así a la persona protagonista de su propia vida. Además, debe de intentar hacer que las personas mejoren su calidad de vida. Por esto, en sus acciones socioeducativas va a intentar siempre establecer una aproximación directa hacia las personas con las que trabaja.
    6. Principio de autonomía profesional. El educador/a social deberá dar una respuesta socioeducativa a ciertas necesidades sociales en base a unos principios deontológicos generales y básicos que se establecen en la profesión, asumiendo, a la vez, una serie de responsabilidades.
    7. Principio de la coherencia institucional. Se establece la necesidad de que el educador/a social conozca y respete la demanda, el proyecto educativo y el reglamento de régimen interno de la institución donde trabaja.
    8. Principio de la información responsable y de la confidencialidad. Es necesario que el educador/a social guarde el secreto profesional sobre las informaciones obtenidas sobre las personas con las que trabaja. Cuando fuese necesario comunicar información entre profesionales, hay que tener en cuenta que siempre deberá hacerse en beneficio de la persona, grupo o comunidad con la que se trabaja.
    9. Principio de la solidaridad profesional. El educador/a social deberá tener una postura constructiva y solidaria con el resto de profesionales de también intervienen en la acción socioeducativa.
    10. Principio de la participación comunitaria. Dichos profesionales de la acción socioeducativa deberán promover que sea la propia comunidad la que busque y genere los recursos y capacidades necesarias para transformar y terminar mejorando la calidad de vida de las personas.
    11. Principio de complementariedad de funciones y coordinación. Como el educador/a social trabajará siempre en equipo, lo hará de forma coordinada, siendo consciente en todo momento de cual es la función que debe cumplir dentro de ese equipo interdisciplinar, además de respetar las funciones de sus compañeros.